Ideas de agua con fuego

Hoy desperté con ganas de dejar de sentir miedo, con ganas de enfrentar las cosas… Intento dejar que la inercia de millones de años me deje de una vez. Aún no comprendo cómo empezó la cadena de hechos que me llevaron a este estado, me pregunto si sería desde siempre, pero es muy probable que no. Mi vida es completamente pasiva y un poco de estrés pone nerviosa, terminé metida en un ambiente que pocos comprenden, porque pocos eligen trabajar para no pensar o pensar en algo productivo todo el día. Menos de ellos tienen narcolepsia y sin embargo siguen creyendo que no se equivocaron. Al fin y al cabo creo que tampoco me equivoqué, pero el desafío es tan grande que el fracaso provoca una frustración aún más grande, y ahí aparece el miedo otra vez: Ayer me di cuenta que es una estupidez el sentir miedo, es una palabra que quisiera sacar de mi cabeza por una extraña razón. Y no está fuera de mí, pero se necesita el impulso a veces… Todo ha sido muy extraño esta última semana, el hablar con tu y saber que ya no queda nada, saber que aprendiste a controlar las lagrimas y comprender que ya no puedes buscarme más, porque tu siempre, porque yo ahora, porque realmente he cambiado y no tengo ganas de volver a ser lo que llegue a ser. En algún momento me dijeron “pareciera que estas muerta” y la muerte marcaba mi tirada de cartas, creo que fue hasta hace poco, creo que fue en el momento que entré a ese pequeño mundito de gente de mierda vestida de negro con planos en la mano, tendinitis e ideas locas en la cabeza, ese mundito que jamás pensé que me apasionaría tanto al punto de olvidarme del sueño (cosa que ya para mi es extrema). Con cada vez más claridad, ya no soy la misma… Ya ni mi cabello es el mismo, ha pasado de azul a verde y de verde a un intento de castaño violeta, de largo eterno a corto esporádico… Y siempre con el fin de cerrar etapas… La última de ellas parecía ser un poco sin razón, pero mi vida dio un giro de 180 grados para ponerme del lado que dos o tres días antes había pensado olvidar, para volver a pensar y replantear el curso de mi vida, no del todo, miles de cosas están claras en mi cabeza y siguen estándolo. Pero algo cambió, algo cambió y tengo una inyección de energía en mí que me ha sacado de la cama de un salto durante estos días, tal vez tenga nombre, tal vez sea una puta idea arquitectónica y loca… (continua)